martes, 17 de diciembre de 2013

Pinceles y traumas infantiles

Hoy quiero confesar (me encanta la solemnidad folclórica), que estuve enganchada a Bricomania. Creo que era a finales de los 90, lo programaban las mañanas del fin de semana y me quedaba embobada viendo al vasco en su taller, tan bien cuidado y con sus tropecientas  herramientas  organizadísimas. Un cabecero para la cama, una mesa de camping o la casita para el perro, no se le resistía nada, y parecía tan fácil… Yo pensaba, dame a mi esas herramientas que eso también te lo hago yo! Pero me faltaba la casa con garaje y jardín para montar toda la parafernalia, me faltaba el dinero para comprar motosierras,  lijas y demás chismes y lo más importante, me faltaba la gracia para la carpintería.

Pero cuando me ha tocado, he sido capaz de montar un armario de Ikea, YO sola, si si, y me daban ganas de llamar al vasco (creo que se llamaba Kristian...) y decirle, mira lo que he montado con lo justo y sin tanto follón! (Los traumas infantiles calan más hondo de lo que podemos imaginar). Y mi armario de Ikea me parecía más bonito que todas las cosas, y me quedaba estupendamente en casa (y me aguantó hasta que me pasé colgando ropa).

Lo que está claro es que hay que ser realistas y pragmáticos, es importante tener buenas herramientas para obtener un buen resultado en cualquier cosa que hagamos, pero adaptándonos a lo que de verdad necesitamos y le vayamos a sacar partido. Sin duda alguna, unos buenos pinceles van a hacernos mucho más fácil la aplicación de los productos en el rostro, pero, a menos que vayamos a maquillar en Cibeles, no necesitamos invertir en ochocientos pinceles, con unos pocos (buenos) bastará.

Dependiendo de cómo suelas maquillarte te van a hacer más falta unos u otros, pero yo os explico lo justo para un maquillaje básico de diario y para algo más elaborado (asistir a una cena, al teatro...).



Fondo de maquillaje fluido. Hay 2 formatos de pinceles que son los más prácticos. La brocha redonda, se usa mojándola en maquillaje y dando círculos concéntricos con ella suavemente sobre la piel.
Con la otra brocha, plana,  extendemos el producto sobre la el rostro, como si se tratara de un lienzo, insistiendo en los rinconcitos, como las aletas de la nariz, y vigilando en los bordes, de las cejas por ejemplo, para que no queden pegotes de producto. Mi favorita es la redonda porque el resultado es mucho más natural, pero eso es cosa vuestra.

                                                                     
Brocha plana
         
Brocha redonda



















Brocha colorete. Hay mil formatos para esta brocha, pero no hace falta complicarse mucho. Las oblicuas están bien para marcar pómulo, y las redondeadas para dar rubor, extender los polvos bronceadores o los polvos de maquillaje compactos .

Brocha oblicua
Brocha redonda



















Pinceles para sombras. Aquí entramos en un surtido infinito de opciones, un quebradero de cabeza, vaya. Hay quien se vuelve loca con los zapatos, a mi me pasa con los pinceles, los tengo todos, pero como decía antes, vamos a ser prácticas. Lo esencial, os aconsejaría al menos un par: uno ancho plano para depositar las sombras en el párpado y otro redondeado para difuminarlas. Si además le añadimos un tercero, podemos tener uno dirigido a colores claros, otro para colores oscuros y el difuminador.

Pincel para difuminar 

Pincel plano






Perfilador. Los pinceles biselados son ideales para delinear el ojo y darle fuerza, o para rellenar un poco las cejas y perfilarlas. Hay varios tamaños y tipos de pelo, los de pelo natural son los mejores. Yo no sería nadie sin este pincel, simplemente aplicando un poco de sombra oscura con él en la línea de las pestañas, logramos reforzar la mirada, aportándole al ojo un gran cambio. Y si quieres un eyeliner grueso, también puedes usarlo.




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Pincel biselado


Eyeliner. Si sois asiduas al eyeliner, os recomiendo encarecidamente que os hagáis con un pincel para ello. Los aplicadores que vienen con el producto suelen ser poco precisos (además, si quieres que el eyeliner te dure todo el día necesitarás uno en crema, vienen en tarro, así que necesitarás pincel sí o sí). Dependiendo del resultado que busques necesitarás uno más fino o más grueso, en las fotografías te muestro un par de ejemplos. Yo uso el recto para mí, y el anguloso es más cómodo para maquillar a otras personas, aunque tal vez a ti te guste más.

ref.260ref.250 


Pincel cejas-pestañas. Para peinar las cejas y pulir las pestañas, nada mejor que un pincel en espiral. Ayuda a retirar los excesos de máscara de pestañas, y además nos es muy útil a la hora de depilar las cejas para ver que pelillos sobran y podemos cortar, y para aplicar un poco de espuma y fijarlas si son cejas rebeldes (aunque el rimel transparente es la mejor opción para ello).
spooly brush eyebrows
Pincel en espiral

Estos serían los fundamentales, a mi parecer. Puedes añadir un pincel para labios, por ejemplo, o para aplicar el corrector, aunque ya los consideraría más secundarios. Normalmente no vas a llevarte el pincel de labios para retocarte... y los correctores si queremos un resultado natural es mejor aplicarlo con los dedos.

Un par de detalles antes de acabar: 
- Fíjate a la hora de elegir pinceles porque existen 2 tipos distintos, los hay de pelo sintético (poco porosos y más baratos, adecuados para productos oleosos y fluidos) y pinceles de pelo natural (más porosos, más caros y adecuados para aplicar productos en polvo).
- Para limpiar tus pinceles utiliza agua tibia y jabón neutro. Desliza el pincel suavemente por la palma de tu mano con el jabón (el típico de manos sirve) y verás como suelta el producto acumulado (no espachurres los pelitos o te durarán cuatro días!) y luego sécalos en horizontal, nunca en vertical porque si le entra el agua al mango se te pudrirán.

Si necesitáis actualizar vuestros pinceles aprovechar para pedírselo a los Reyes Magos o al yankee de la barba, que en nada lo tenemos por aquí!

Feliz semana!

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